DIFUMINACIÓN de señales ⏃ SIGNAL BLURRING

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〈Esta entrada se ve mejor escuchando "Waiting", de Jake Bugg〉

Inicio escribiendo esta entrada con enorme ira como hace tiempo no la sentía, mientras trato de mitigarla de algún modo escuchando de fondo "Sweet Bitter Love" de la inigualable Roberta Flack. Una de las cosas que más he aprendido con los años es el jamás tomar una decisión ni responder a una conversación estando con las emociones en su pico más alto (sea una enorme alegría, un irreconocible enojo o una desgarradora depresión) -más aún, cuando de amor se trata.

¿Cómo es que dos personas, que han construido un presente significativo con gran atracción mutua, no están juntas profesando sus sentimientos la una con la otra?, ¿cómo es que cuando hay amor, no se disfruta en su máxima intensidad olvidando todo aquel que les rodea? No, mi ira de esta noche no proviene únicamente de un amor que no ha sido aprovechado. Corresponde más a la injusticia y la rebeldía (¿o debería decir orgullo?) de aquellos que resguardan su palabra por largo tiempo y la dejan expresar una vez es demasiado tarde para intervenir; o peor aún, cuando deciden alimentarse de estas emociones resguardadas sin dejarles dar forma con la persona que habita dentro de sus ilusiones mentales.

Más precisa no podría ser Roberta en los versos que hacen parte de su profunda canción...

Sweet, sweet bitter love Why have you awakened And then forsakened A trusting heart like mine?

Pasa la vida y el corazón se fortalece de una manera en que todos llegamos a ser entes iguales dentro de un mundo gris de amores pasajeros que no lo alimentan, sino que llenan aquel vacío que solo puede satisfacerse efímeramente sin repercusión alguna -más que culpa y resentimiento consigo mismo.

Es el momento en el que finalmente he llegado a entender el dilema en el que se han visto sofocadas varias de mis amistades al momento de decidir quién merece aquella porción de intimidad en sus vidas. Describo un caso hipotético similar al vivido por alguno de ellos: se trata de decidir entre tres caminos que indudablemente cambiarían la vida personal del directamente afectado.

1. Admitir a aquella persona, que finalmente expresa sus sentimientos hacia él, que comparte aún su mismo deseo por estar juntos. Así implique evitar que continúe la relación que justo acaba de empezar.

2. Retomar un amor pasado, el cual cambió la historia de su vida, enterrar los errores cometidos y dibujar un nuevo lienzo juntos desde ceros -ya que ha habido un cambio presuntamente positivo de su parte.

3. Continuar la vida solitaria en donde ninguna persona intervenga con sus planes, en sus pensamientos, ni conlleve un desequilibrio profesional, y en donde solo importa su propio bienestar.

Bien, ya pasé de la ira al lado ridículo en donde supongo contener mis emociones, pero lo único que hago es hablar de más -descargándome con una pantalla que no hace más que recopilar mayor información privada de nuestros más profundos pensamientos. De un modo u otro, no somos más que cuerpos cargados de sentimientos camaleónicos, cuya perspectiva cambia según la experiencia actual en la que nos encontremos. Si tú te encuentras en el mismo color emocional con el que escribo esta entrada, de seguro compaginarás más fácilmente que alguien que se encuentra en el tercer camino de los anteriormente expresados y verá esto como una ridiculez (así como yo lo veré una vez relea este texto con otra mentalidad no tan filosófica de la vida y la unión de dos personas).

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English version

〈This post looks better while listening to "Waiting", by Jake Bugg〉

I start writing this entry with huge anger the way I didn't feel long ago, while trying to mitigate it in some way listening in the background "Sweet Bitter Love" by the unbeatable Roberta Flack. One of the things I have learned the most over the years is never making a decision or responding to a conversation while having emotions at their highest peak (be it a huge joy, an unrecognizable anger or a heart-rending depression) -even more, when it has to do with love.

How is it that two people, who have built a significant present with great mutual attraction, are not together professing their feelings with each other?, how is it that when there is love, it is not enjoyed in its maximum intensity forgetting everything that surrounds them? No, my anger this night does not come only from a love that has not been seized. It's more related to injustice and opposition (or should I say pride?) of those who keep their word for a long time and let it come out once it's too late to intervene. Or even worse, when they decide to feed on these sheltered emotions without giving them shape with the person who lives within their mental illusions.

Roberta couldn't be more precise in the verses that are part of her deep song ...

Sweet, sweet bitter love Why have you awakened And then forsakened A trusting heart like mine?

Life passes by and the heart is strengthened in a way that we all become equal entities within a gray world of passing lovers that don't feed it, but fill that hollow that can only be satisfied ephemerally without repercussion -more than blame and resentment with oneself.

It's the moment in which I have finally come to understand the dilemma in which several of my friends have been stifled when deciding who deserves that portion of intimacy in their lives. I describe a hypothetical case similar to the one lived by one of them: it's about deciding between three paths that undoubtedly would change the personal life of the directly affected.

1. To admit to that person, who finally expresses their feelings towards the other, that they still share the same desire to be together. Even if it implies to prevent the continuation of a relationship that has just begun.

2. To restart a love from the past, which changed the story of their life, to bury the mistakes made and draw a new canvas together from scratch -as there has been a presumably positive change on the other's part.

3. To continue the single life where no one intervenes with their plans, in their thoughts, or involves a professional imbalance, and where only their own welfare matters.

Well, I've gone from anger to the ridiculous side where I pretend to contain my emotions, but all I do is talk too much -venting with a screen that does nothing but gather more private information from our deepest thoughts. In one way or another, we are nothing but bodies full of chameleon feelings, whose perspective changes according to the current experience in which we find ourselves. If you are in the same emotional color with which I write this entry, you will surely match more easily than someone who is in the third path of the previously expressed and will see this as ridiculous (just like I will see it once I reread this text with another not so philosophical mentality of life and the union of two people).

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